CÓMO DETECTAR Y PREVENIR LA RINITIS ALÉRGICA

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CÓMO DETECTAR Y PREVENIR LA RINITIS ALÉRGICA

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La rinitis alérgica es una alergia común. Puede que nosotros mismos la tengamos o que conozcamos a alguien que “constantemente parece” estar resfriado. Lo cierto es que de acuerdo con una Notad e Prensa publicada por el Ministerio de Salud en mayo del 2019 [1], el 25% de la población limeña padece de rinitis alérgica, mientras que la incidencia en el resto de la población fluctúa entre el 20% al 25%. En marzo de 2019, EsSalud señaló, a través de Luis Núñez, inmunólogo alergólogo, que hasta el 35% de la población de Lima presenta rinitis alérgica, mientras que la proyección para el 2050 indica que el 50% de la población nacional podría tener algún tipo de alergia.

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¿Qué es la rinitis alérgica?

Habitualmente, la rinitis alérgica es confundida con un resfriado común. No obstante, además de tener algunos síntomas similares, ambas no guardan relación. La rinitis alérgica, también conocida como la “fiebre del heno”, es un grupo de síntomas que afectan a la nariz. Se presenta cuando el sistema inmunitario [2, 3, 4] reacciona excesivamente a diferentes partículas del aire que se inhalan. Nuestro organismo ataca a las partículas, provocando signos y síntomas parecidos a los del resfriado como: secreción nasal, picor en los ojos, congestión, estornudos y presión en los senos paranasales.

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¿Cuáles son las principales diferencias entre el resfrío común y la rinitis alérgica?

Las principales diferencias son las siguientes:

Algunos otros síntomas de la rinitis alérgica podría ser:

Hinchazón de las adenoides (tejido linfático que recubre la parte posterior de la garganta de detrás de la nariz), lo que da la impresión de tener un rostro cansado y caído.
Aparición de círculos oscuros debajo de los ojos por la hinchazón y la decoloración de los vasos sanguíneos bajo la piel.
Producto del frotamiento constante e intento de aliviar la congestión y la picazón nasal, puede aparecer una línea o pliegue nasal a través del puente de la nariz.
Debido a la congestión nasal producida por la rinitis alérgica, se puede presentar una constante respiración por la boca, lo que puede traer algunas consecuencias como desarrollar un paladar alto y arqueado, un labio superior elevado y una sobremordida.

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¿Qué alérgenos comúnmente causan la rinitis alérgica?

Un alérgeno es una sustancia que puede provocar una reacción alérgica [5]. En algunas personas, el sistema inmunitario considera a los alérgenos como “extraños” o “peligrosos”. Por tal motivo, cuando una persona con rinitis alérgica inhala un alérgeno, el cuerpo libera químicos, lo que ocasiona los síntomas de alergia.

Dentro de los alérgenos más comunes tenemos:

Polen: estos diminutos granos suelen tener unas seis micras de diámetro (el diámetro del cabello humano es entre 50 a 70 micras). Cuando se transmiten por el aire, pueden entrar en el sistema respiratorio, donde el cuerpo los trata como invasores y libera anticuerpos para su protección. En la mayoría de los lugares, la primavera trae granos de polen estacional soplado por el viento de árboles, flores y maleza. Para millones de personas, el polen es un poderoso alérgeno que desencadena reacciones alérgicas.
Esporas de moho: las esporas de moho pueden reproducirse en exteriores en hojas caídas, jardines, pilas de abono y desechos de jardín. Las esporas de moho también pueden reproducirse en interiores en alguna fuga de agua u otra fuente de humedad. Las esporas son pequeñas, ligeras y se inhalan fácilmente. Las esporas de moho son alérgenos poderosos que pueden causar una sobrerreacción, resultando en tos, respiración restringida y otros síntomas comunes al resfrío común.
Ácaros del polvo: los ácaros del polvo son insectos microscópicos que se alimentan de las escamas de la piel que se desprenden de forma natural de las personas y las mascotas. El excremento y los cuerpos en descomposición de los ácaros actúan como alérgenos para las personas alérgicas y las asmáticas.

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¿Cómo prevenir la rinitis alérgica?

Utilizar una mascarilla, como las N95, para filtrar el polen y las esporas de moho cuando se realice cualquier trabajo en los jardines. Evitar las colinas de hojas caídas, vegetación muerta o abono.
Bañar a las mascotas regularmente para eliminar el polen y el moho acumulado.
El polen y el moho se adhieren a la ropa, la piel y el pelo. Una buena práctica es quitarse las casacas y los zapatos antes de entrar a casa y ponerse ropa limpia una vez dentro. Adicionalmente, ducharse en las noches antes de acostarse para no contaminar las sábanas y las fundas de las almohadas.
Monitorear el nivel o recuento de polen y moho en su área. En niveles altos, permanecer en interiores y mantener las puertas y ventanas cerradas.
Utilizar un purificador de aire para las alergias y así detener los alérgenos.
Realizar una limpieza a fondo con regularidad de los ambientes.

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